lunes, 28 de octubre de 2013

Siete meses en el Río Amazonas

Una gran hazaña como ésta no puede caer en el olvido. Normalmente, cuando se explora un río se hace desde su desembocadura. Éste no es el caso de Orellana, ya que exploró el Río Amazonas desde su nacimiento. Tardó, ni más ni menos, que 7 meses en lograrlo.




Francisco de Orellana (Trujillo, España; 1511 - Río Amazonas, Noviembre de 1546), fue un explorador y conquistador español en la época de la colonización de América. Participó en la conquista del Imperio Inca y ocupó el puesto de gobernador en diversas poblaciones. Su hazaña más importante es de haber recorrido el Río Amazonas desde su nacimiento hasta su desembocadura.

Tras la conquista del reino de Quito llegaron a oídos de los españoles los rumores de la existencia del Dorado, país donde abundaba el oro. A este lugar también se le llamó el País de la Canela por la gran cantidad de árboles de esta especia que se supone que lo poblaban. Se organizaron varias expediciones para encontrar este lugar y va a ser en la expedición que organizó Gonzalo Pizarro donde participe nuestro protagonista Francisco de Orellana. La expedición se compuso de 220 españoles, 4000 indios auxiliares y 150 caballos. 

En febrero de 1541 partieron a pie desde Quito hacia la cordillera Andina. Pasaron por Quijos y Sumaco y tras sufrir numerosas penurias llegaron al río de la Coca en julio de 1541. Allí decidieron construir un bergantín, el San Pedro, para transportar a los heridos y los suministros y para así poder aligerar el paso de los hombres que iban a pie por la orilla del río.






Con el paso de los meses, los suministros comenzaron a escasear llevando a provocar situaciones extremas. Ante esto, Gonzalo Pizarro acordó con Orellana que éste descendiera con el barco río abajo en busca de alimentos. A esta travesía le acompañaron unos cincuenta hombres y el dominico Fray Gaspar de Carvajal, quién sería el cronista del viaje. Orellana y sus hombres lograron encontrar una aldea nativa que le suministró víveres y los materiales necesarios. Según cuentan, los hombres se negaron a remontar el río para ir en busca del resto debido a la gran corriente de éste. Mientras tanto, Pizarro junto a los pocos supervivientes, solo 80 hombres, había vuelto hacia Quito por una ruta más al norte.

Orellana renunció a la capitanía que ostentaba y fue nombrado caudillo por sus compañeros, rompiendo así su lazo político y militar con Gonzalo Pizarro. Ahora era independiente para ordenar y decidir lo que él quisiera. Mandó construir un segundo bergantín llamado el Victoria y continuaron con la navegación llegando a un gran río al que posteriormente llamaron Amazonas. Le pusieron este nombre porque, según cuentan, la expedición fue atacada por feroces mujeres guerreras, similares a las amazonas de la mitología griega, pero lo más posible es que simplemente lucharan contra guerreros indígenas de pelo largo. Sin embargo, las crónicas del dominico Gaspar de Carvajal dejan muy claro que los indígenas con los que combatieron estaban dirigidos por mujeres.




Tras tener que hacer frente a los ataques de diversas tribus y tras padecer innumerables enfermedades deconocidas en aquel momento para ellos, el 24 de agosto de 1542, Orellana logró alcanzar la desembocadura del Río Amazonas. Habían transcurrido 18 meses desde el comienzo de la Expedición y habían tardado 7 meses en recorrer el río más largo y caudaloso del mundo. Lo extraordinario de la expedición es el a ver recorrido Latino América de Oeste a Este y el a ver explorado el Río Amazonas desde la cordillera Andina hasta su desembocadura en el Océano Atlántico.


Orellana y su tripulación a la llegada de la desembocadura del Amazonas


Orellana regresó a España para informar sobre su descubrimiento. Rápidamente organizó una nueva expedición mejor equipada para volver a explorar el río. Estaba formada por 4 barcos y unos 300 hombres. Esta expedición salió en el año 1544 desde puerto de Sanlúcar de Barrameda pero al llegar a la desembocadura del Amazonas no logró remontar el río debido a su muerte en 1546 provocadas por unas altas fiebres.

Hay que tener en cuenta que en esta época no se disponía de los mismos recursos que en la actualidad. No existían carreteras; tampoco disponían información del territorio en el que se estaba adentrando;  no tenían remedios para las enfermedades que les azotaron. Todo ello implica el aumento de su dificultad y, por su puesto, su grandeza.

Entradas relacionadas: El Jardín de las Delicias, El Bosco o Incitatus, el cónsul caballo 

jueves, 24 de octubre de 2013

Norton I, el Emperador sin Imperio



Abraham Norton, también conocido como Su Majestad el Emperador Norton I, era un ciudadano célebre de San Francisco que se declaró Emperador de Estados Unidos y protector de México en 1859.

 
Norton I

Este verano leí sobre este peculiar personaje y me pareció muy interesante su historia, por este motivo he decidido dedicarle una entrada para darlo a conocer a aquellos que no lo conozcan. A mi parecer es muy llamativo que un simple ciudadano se autoproclame emperador a sí mismo, pero veamos un poco de su vida para saber cómo llegó a esta situación.

La fecha de su nacimiento es un tema controvertido pero lo que sí se sabe con seguridad es que nació en Londres. De allí emigró a Sudáfrica con su familia donde pasó toda su infancia. A la altura de 1849 se trasladó a San Francisco, ayudado por la herencia que le había dejado su padre tras su muerte.

En San Francisco se estableció como hombre de negocios llegando a obtener grandes beneficios. Esta buena racha no le durará mucho ya que invertirá toda su fortuna en unos negocios fallidos que lo dejarán en la ruina tras perder una serie de pleitos judiciales. Esto le dejó mentalmente afectado y hará que deje la ciudad por un tiempo.

Al poco tiempo regresó de nuevo a la ciudad convertido en otro hombre. En septiembre de 1859 se convirtió en el centro de mira de todos sus vecinos tras difundir una serie de cartas de manera espontánea a todos los periódicos en la que se declaraba a sí mismo Emperador de los Estados Unidos. El motivo por el cual lo hacía era por la frustración que tenía ante las instituciones de su país que habían permitido que cayese en la bancarrota.

Tras su proclamación, Norton comenzó a publicar un gran repertorio de edictos. El 12 de octubre de 1859 autorizó formalmente la disolución del senado ya que al asumir en su personificación el control del país, no consideraba necesario continuar más con una legislatura. Al ver que no se cumplía su proclama, llamó a la intervención del ejército para, como según dijo él mismo, "limpiar los pasillos del congreso".
 
Aunque parezca de locos, Norton comenzó a ganar gran número de seguidores. Llegó a establecer su propia corte en un edificio gris donde alquilaba las habitaciones. En las paredes de este edificio había colgado retratos de Napoleón y la reina Victoria, con los cuales afirmaba que mantenía correspondencia. Siempre iba acompañado de sus dos perros, Lázaro y Bummer, con los cuales paseaba por las calles comprobando que todo estaba correcto. Durante este periodo publicó varios edictos, la mayoría de carácter ridículo, en el que destaca su autoproclamación como Protector de México.



“Dada la incapacidad de los mexicanos de regir sus propios asuntos, yo, Norton I, asumo el papel de Protector de México”



Sus decretos rara vez fueron tomados en serio, no llegó a tener poder político, pero llegó a tener una gran repercusión pública. Siempre comió en los mejores restaurantes de la ciudad a cuenta de la casa y en el teatro tenía un sillón reservado para él y para sus dos perros. Cuando entraba a la ópera, todos los asistentes se ponían en pie y guardaban silencio hasta que se sentaba.

Era tal su popularidad que llegó a hacer billetes de su propia denominación, y la municipalidad los validaba y los cambiaba por dólares reales, llegando a pagar con ellos varios productos. Estos billetes hoy en día son una rareza evaluada en miles de dólares en casas de subastas.


Billete de 10 $

 
Una de sus grandes hazañas fue detener una gran turba de manifestantes que se dirigía al barrio chino para enfrentarse a estos. Norton se plantó delante de los manifestantes y pronunció un largo discurso sobre llevarse bien entre todos que hizo que la turba se disolviera sin causar más problemas.

Como fue un gobernante justo y honrado, no se enriqueció gracias a su posición. De hecho un policía arrestó a Norton por vagabundo. La gente se indignó mucho y no se tranquilizó hasta que el director de la policía le liberó y una delegación de concejales le visitó y le pidió disculpas varias veces. Era magnánimo y olvidó el incidente. Al conocer la situación en la que el emperador vivía y ver el mal estado de su ropa, el ayuntamiento aprobó una subvención para equiparle toda la indumentaria que él necesitara.

El 8 de enero de 1880, Norton I, Emperador de los Estados Unidos y Protector de México, murió de un ataque de apoplejía mientras se dirigía a una plática en la Academia de Ciencias Naturales. En 1980 San Francisco conmemoró el centenario luctuoso de su monarca con ceremonias a medio día. A su entierro asistieron más de treinta mil  personas, el cortejo se extendió por más de tres kilómetros.

En mi opinión es extraordinario el hecho de cómo esta persona pudo ganarse la confianza y el respeto de una ciudad entera como era la ciudad de San Francisco. Esto no lo hubiera llegado a conseguir Norton si no hubiera obrado honradamente, porque aunque lo tomasen como a un loco (que muy probablemente lo estaba), supo finalmente ganarse el respeto y la confianza de sus conciudadanos.

Si te ha gustado esta entrada visita Incitatus, el cónsul caballo

lunes, 21 de octubre de 2013

S.O.S Sanlúcar

Todos los sanluqueños somos conscientes de la mala gestión política que está sufriendo nuestra ciudad desde hace ya muchos gobiernos. Por este motivo me alarmaron más las medidas adoptadas por el nuevo alcalde, Víctor Mora, nada más acceder al poder.

La primera medida que tomó fue la de subirse el sueldo, pasando de cobrar 40.000 a 50.000 euros anuales. Si contemplamos este hecho aislado no parece tener tanta importancia. Lo primero que piensa uno es que se ha subido el sueldo ya que ha accedido a un cargo más importante y de más responsabilidad que el que ocupaba antes. Pero, después de ver el resto de medidas adoptadas por él, comienza uno a no ver con tan buenos ojos esta subida salarial.




El nuevo alcalde ha presentado un nuevo plan de ajuste que destaca por su gran austeridad y que no corresponde para nada con la política de incrementar su salario. El plan destaca por una subida generalizada de los impuestos y tasas (el "sello del coche" sube al máximo permitido por ley, las tasas del agua y basura subirán un 3% cada año). Sin embargo, el impuesto de actividades económicas (que sólo afecta a las grandes empresas) no sube. Con respecto a los recortes se va a reducir los servicios municipales (los cuales suben en impuestos un 3%) que supondrán para la ciudad mayor suciedad, paralización de obras y proyectos, menor contratación, etc.


Y mi pregunta es ¿se puede reducir más de lo que ya está reducido los servicios municipales?


La imagen que muestra Sanlúcar es lamentable, las calles están sucias, mal asfaltadas y sin ninguna señalización pintada, los jardines están muy descuidados, la playa carece de instalaciones y no recibe ningún mantenimiento. Esto son algunos ejemplos que muestran de la situación de abandono en la que se encuentra la ciudad. 

Por estos motivos es por los que estoy en contra de la subida salarial. A mi parecer, en vez de subírselo, debería de reducírselo él y todo su equipo de gobierno para así reducir el gasto y poder aumentar la inversión.

Lo paradójico del asunto son los datos turísticos que ha obtenido la ciudad durante este verano, datos muy elevados que han llegado a rozar el lleno hotelero. Esto demuestra la gran belleza que tiene nuestra ciudad, que aún presentando un imagen descuidad logra captar la atención del viajero.


Panorámica de Sanlúcar de Barrameda

lunes, 14 de octubre de 2013

Solidaridad en tiempo de crisis

En la actualidad, España se encuentra sumida en una grave  crisis social, económica y política. Ante esto, el Estado responde con una política de austeridad para reducir el déficit. Esta política está llevando a la sociedad a una gran recesión. Según los nuevos datos aportados por Cáritas, la pobreza severa (personas que viven con menos de 307 euros al mes) afecta ya a más de tres millones de españoles. Estas cifras son el doble que las que había en el 2008, a principios de la crisis.


Manifestación en Madrid


A todo esto hay que sumarle que la sociedad no para de perder derechos básicos como el derecho al trabajo, a la vivienda, a la educación y a la sanidad. Esta pérdida lo que puede provocar es un desbordamiento social ya que por parte del Estado no hay instituciones que protejan a los ciudadanos de caer en la pobreza.

Para colmo no paran de aparecer casos de corrupción desde todos los puntos de España, de todas las instituciones políticas y de todos los partidos políticos. Casos como los ERE, Bárcenas, Fabra y Malaya salpican todas las portadas de los medios. Todos estos casos han hecho que los españoles perdamos la confianza en los políticos.


"Los Papeles de Bárcenas"

Por otra parte, los españoles tampoco confían mucho en su sistema político. Son innumerables los motivos pero, en mi opinión, destacan sobre todos la falta de transparencia por parte de las instituciones y partidos y la necesidad de modificar aspectos de la constitución.

Lo único positivo a sacar de esta crisis es el gran desarrollo que están viviendo las asociaciones benéficas. Ante la falta de instituciones, los españoles se están solidarizando con las personas que no están pasando por buenos momentos y están ayudando para mejorarles su situación. Dentro de las asociaciones benéficas destacan la labor de las asociaciones tradicionales, como son Cáritas y Cruz Roja, pero éstas no son las únicas. A nivel local se han creado una infinidad de asociaciones en las que participan los propios vecinos recogiendo alimentos, ropas y todo tipo de materiales básicos, entre otras funciones. 

Un ejemplo de esta gran solidaridad puede ser la gran acogida que ha tenido la campaña "llena sus mochilas de ilusión" llevada a cabo por la ONG los Mensajeros de la Paz.  Esta campaña ha logrado reunir quince toneladas de material escolar donado por parte de particulares y empresas. El objetivo de ésta es impedir que ningún niño de Madrid se quede sin materiales para el colegio.


Material obtenido en la campaña "llenas sus mochilas de ilusión"



También destacan las plataformas creadas como Stop Desahucios cuyo objetivo principal es defender el derecho a la vivienda. Como todos sabéis, muchas familias españolas han sido desahuciadas de sus casas; por eso es formidable la ayuda prestada por esta asociación que ha obtenido un gran resultado logrando detener un gran número de desahucios.

Existen infinidad de asociaciones benéficas y de plataformas que no he mencionado y que están desarrollando una gran labor en los tiempos de crisis que estamos viviendo. Con esta entrada lo que pretendo es valorar y sacar a la luz el gran trabajo que está realizando la ciudadanía, la cual está respondiendo de manera extraordinaria ante las desgracias que están sufriendo buena parte del país.

Entradas relacionadas: Arturo Pérez Reverte, sin tapujos o S.O.S Sanlúcar

sábado, 12 de octubre de 2013

Incitatus, el cónsul caballo

Mí primera entrada la voy a dedicar a curiosidades históricas y para ésta he seleccionado una anécdota de unos de los personajes más curiosos que nos ha proporcionado la historia,  Calígula. Éste fue un emperador romano que gobernó entre el 37 y el 41 d.C. Se le recuerda por su gran extravagancia y por su desmesurada crueldad, llegó incluso a autoproclamarse Dios.

Una de sus decisiones más polémicas durante su gobierno fue el nombramiento como cónsul de Bitinia (territorio al norte de Turquía) a su caballo. Incitatus provenía de Hispania y pronto logró captar la atención de su dueño al lograr grandes victorias corriendo en el circo de Roma. 

Calíguala le construyó unas caballerizas de mármol con pesebres de marfil, pero posteriormente le concedió toda una villa, con grandes jardines y 18 sirvientes para su mantenimiento y cuidado.  Incitatus además tenía el honor de llevar vestimentas de color púrpura (color reservado únicamente a la familia imperial), joyas de alto valor y piedras preciosas. Incluso llegó a formar parte de grandes banquetes en los que disfrutaba de deliciosos manjares.


   
  Estatua de Calígula montando a su caballo Incitatus


Llegaba a tal estribos la devoción del emperador por su caballo, que la noche previa a la carrera de éste se decretaba silencio general en toda Roma en el que ningún ciudadano lo podía violar bajo pena de muerte.

Las fuentes mencionan que en sola una ocasión, Incitatus, perdió una carrera. Tras ésta, Calígula ordenó al verdugo que mataran al auriga (esclavo o liberto que conducía el carro) lentamente para asegurarse así su sufrimiento.  

Sin embargo, existen varias interpretaciones de este exagerado comportamiento llevado a cabo por Calígula hacia su caballo. Algunos achacan estas decisiones a la gran enfermedad que debía de tener el emperador ya que no es muy racional nombrar cónsul a un caballo. Otros creen que este nombramiento tenía como intención menospreciar las instituciones y al senado de Roma

Lo cierto en esta historia es que es inédito que a un caballo se le otorgue poderes políticos y grandes privilegios. No me puedo hacer a la idea de ver a un caballo ocupando un puesto en un gran banquete donde se encontraban las personas más importantes de Roma. Aunque pretendiera mofarse del senado, muy en sus cabales no debía de estar ese Calígula para poder llevar a cabo dichas acciones.